miércoles, 21 de julio de 2010

La noche de las siete lenguas mordidas


Por Joaquín Pereira
[Pauta 6] Escena construida a partir de un testimonio

Para Carmen ese sábado en el Hospital Pedro del Corral iba a ser otra aburrida guardia que tenía que cumplir como un requisito de sus estudios técnicos de enfermería, que la hacían trasladarse desde San Juan de los Morros a ese pueblo llamado Tucupido durante los fines de semana.

“Han fumigado mucho por estos lados, eso debe ser”, pensó cuando recibió el tercer paciente de la noche; “debe ser el verano”, se decía a sí misma luego del quinto caso con iguales síntomas: convulsiones, la lengua mordida, mucha espuma por la boca.

“Debe ser la luna”, terminó concluyendo cuando registró al séptimo caso.

Nunca había visto algo como aquello, por lo que les dijo a sus compañeras que anotaran esa fecha para hacerle seguimiento: 18 de julio de 1998. Carmen sabía que algo debió provocar tan inusitado brote de pacientes con crisis convulsivas en la zona.

Parece que esa noche la gente de Tucupido enloqueció. Carmen supo de un hombre de más de 100 años de edad que cogió un machete para defenderse de uno de sus bisnietos que presentó una crisis convulsiva.

Conversando con los familiares de los pacientes supo que en el caserío del sector Campo Bloque, de donde provenían la mayoría de los casos, los vecinos comentaban que vieron algo extraño caer del cielo y aseguraban que no era un avión. Cuando despertó el primer joven que atendió por convulsiones, éste le relató que una luz muy brillante se estrelló en la finca Tamanaco, a pocos metros de su casa. “Parecía una hoja”, le dijo el muchacho.

La gente del pueblo temía acercarse mucho pues se regó de boca en boca que varias reses habían muerto por estar cerca del lugar del impacto. Pasados unos días, un carro blindado llegó al pueblo y se dirigió al sitio de la caída del objeto. Carmen lo describe como un carro parecido al de las funerarias pero con una cubierta de vidrio. Supo que lo que se llevaron parecía un disco compacto grande.

Con el tiempo la gente dejó de hablar del tema. Lo último que se comentó fue que el dueño de la finca Tamanaco iba a recibir un pago por las reses muertas, aunque no sabían quien ofrecía el dinero y por qué.

Pasadas algunas semanas otros pacientes ingresaron al Hospital Pedro del Corral, esta vez eran mujeres embarazadas con varios meses de gestación que abortaban. Para Carmen había una sola causa: aquel extraño objeto que cayó en Tucupido en la tarde del sábado 18 de julio de 1998.

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Foto: http://2.bp.blogspot.com/_g2TqwBUxtaY/SE7yuEptCaI/AAAAAAAAAn8/Jw4i6S_XL6I/s400/epilepsia-infantil-Ntnva.jpg 

3 comentarios:

  1. en esos dias en tucupido sucedieron hehos no muy corrientes lo que si me consta es que la gente de la nasa llego con el pretexto de dar cursos a los jovenes, un amigo mio estubo en esos cursos me dijo que ellos negaban que algo abia caido y estanba allí solo por interes de dar esos cursos,

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  2. Por favor, escríbeme a tallerdejoaquinpereira@gmail.com para conversar sobre tu experiencia sobre este caso. Mi Whatsapp es 04125713821.

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